Como cada año, al llegar este día, toda la comunidad educativa nos llenamos de alegría al celebrar esta fiesta en honor de nuestra madre María. Recordamos como ella desde pequeñita quiso consagrarse a Dios. Para que nos entendamos, eso de consagrarse quiere decir que se entrego a Dios, se dejo poseer libremente por él, acogió sin reservas su plan sobre ella y se dio completamente a él.

            Según cuenta la tradición, sus padres, Joaquín y Ana, la llevaron para presentarla a Dios. Ella se quedó un tiempo en el Templo donde cerca de Dios aprendería las oraciones y las Sagradas Escrituras. Pero lo mas importante es que ella ofreció toda su gracia y belleza al Señor. Después, continuaría una vida normal, aunque irradiando la santidad que tenía. Nos la imaginamos una muchacha sonriente, trabajadora, metida siempre en Dios y seguro que todos los que estaban alrededor se sentían muy a gusto con ella.

            Nosotros queremos imitarla. Que en nuestro cole seamos niños y niñas sonrientes, trabajadores, atentos a las llamadas que Dios nos hace. Queremos ser felices como ella. Por eso le decimos: “María, contigo y como tú, decimos SI al Señor”.

¡Feliz día de la Presentación a todos!

Manuel Rodríguez